domingo, 3 de diciembre de 2017

El bien como elección

Hacer el bien es una elección. Ser una buena persona, ser generoso con los demás, preocuparte de la gente te rodea, dar esa dósis extra por esa persona que forma parte de tu vida... es algo que se elige. Tú decides si quieres ser ese tipo de persona.

Los motivos que te llevan a "ser bueno" pueden ser o no ser altruistas. Nunca he sido muy fan del tópico "hacer el bien sin esperar nada a cambio". Siempre esperamos algo a cambio, aunque no sea algo material o físico. A veces sólo ver que tus acciones han tenido un efecto postivo sobre otra persona es suficiente recompensa, pero reconforta, le da un sentido a tu elección. Esto es lo que yo encasillaría dentro del "bien altruista"

Por supuesto, hay otros muchos que eligen comportarse de esta manera para conseguir algo real a cambio. Los interesados, los no altruistas. Estos no me interesan, ni me voy a molestar en dedicarles más de una línea.

Pero volvamos a los que deciden -como yo decidí- ser buenos porque quieren, porque se sienten bien y a gusto haciéndolo. La gente que me conoce sabe lo escéptico que soy con respecto a temas teológicos/mitológicos. Soy un ateo convencido, no creo en entes superiores guiando nuestros caminos y decidiendo por nosotros. De la misma manera, no creo en el 'destino', ni en que las cosas ocurran porque ya están escritas, o que las cosas "ocurren por algo", porque en resumidas cuentas esto nos lleva en últimos términos a ese ser todopoderoso que escribe nuestro devenir. Según mi forma de ver, vivimos una cadena de causa-consecuencia, y lo que tú -y el resto de la gente- haga hoy tendrá una consecuencia mañana sobre ti mismo y sobre los demás. Cuando esto ocurra, no será porque el destino lo había decidido; no será más que el efecto de aquella(s) acción(es).

La vida no deja de darte lecciones, incluso cuando menos te lo esperas. Ante ciertos acontecimientos recientes que han supuesto un cambio más que radical en mi vida, unos me dicen que es el destino, que estaba escrito y que todo está ocurriendo con un propósito. Que no me preocupe. Que yo no soy dueño de lo que tenga que venir. Siéntate y espera, observa como el que pone Netflix y ve una serie sobre su propia vida.

Bullshit.

Muchos otros, creen que la lección que debo aprender es que no hay que ser tan bueno. Que hay que ser más egoísta, que no piense tanto en los demás, porque el ser humano así es por naturaleza y no siempre se me va a agradecer mi bondad.

More bullshit.

Vuelvo a mi premisa inicial: Ser bueno es una elección. Yo he elegido ser así, y quiero seguir siendo así. Que una persona haya decidido ser egoísta, o un hecho demuestre que no todo el mundo apuesta por la bondad ni sabe apreciar la del prójimo no me va a cambiar. No me va a hacer malvado. No quiero ser así. No, amigos, esa no es la lección. Me la trae al pairo que otras personas se aprovechen de ello. Allá ellos con su conciencia.

La verdadera lección que saco de todo esto es que no quiero dejar de ser fiel a aquello por lo que siempre he apostado. Me la jueguen o no. Sepan o no apreciar lo que yo haga o deje de hacer por los demás. Si sigo actuando bien, estaré tranquilo conmigo mismo, seré feliz siendo como quiero ser, y en algún momento llegarán buenas consecuencias. O no. Pero con mi conciencia tranquila.

Lo siento, pero no me voy a rendir.

Javi

P.D.: Sí, he escrito en mi blog cuatro años después de mi último post. Nada tiene que ver con el propósito de este blog, que era contar mi aventura en Noruega, donde sigo viviendo. Simplemente me apetecía escribir, y no tenía ganas de abrir otro blog sólo para publicar un texto. Total, para eso están los blogs, para dar la turra, sea del tema que sea, ¿no?

sábado, 12 de octubre de 2013

Orgullo patrio

¡Hola amigos!

Como prometí, he reducido la espera para el siguiente post notablemente. Hoy, 12 de octubre, día especial donde los haya para esta nuestra madre patria, me he levantado con ganas de tocar las narices un poquito. Igual no hago muchos amigos, o igual refuerzo amistades. Incluso alguno que no conociera este blog hasta ahora puede sentirse atraído por lo vertido por estos lares. Si soy plentamente honesto, me da exactamente igual. Así es como yo pienso y, al fin y al cabo, esto es un blog personal con entrada libre. El que no quiera volver a saber nada del "Malaguita en Oslo", está en su derecho.

Dicho esto, entremos en materia. Hoy es un día especial para la Hispanidad, con H mayúscula, que nadie lo olvide. Sí, hoy es el día de la Virgen del Pilar, también es el aniversario del 'Descubrimiento' de América y por supuesto es el Día de la Fiesta Nacional de España. En teoría, como persona nacida en territorio nacional, de ascendencia española y tras pasar mis primeros 24 años en este país, debería estar pasando por un trance exaltando pasionalmente mi sentimiento y orgullo patrio. Sin embargo, he dedicado el día a enseñarle a mi amigo Terry, que anda aquí de visita, el salto de esquí de Holmenkollen, me he comido una hamburguesa y en estos momentos que escribo me estoy 'echando' una Heineken. ¿Y por qué? Pues porque, sinceramente, no lo siento. No tengo ninguna necesidad de gritar a los cuatro vientos que soy español, de darle besos a una bandera, de decir que viva Rafa Nadal o, como diría el gran Juan Carlos Aragón, que viva Paquirrín y Agustina de Aragón. ¿Qué me lleva a no sentir yo nada de esto? Bueno, algunos motivos son más que evidentes. Difícilmente se puede sentir uno orgulloso de un país que es cuna de corruptos y ladrones, un país que me ha negado a mi y a tanta otra gente la oportunidad que merecían. Pero olvidemos por un rato a Bárcenas y a Urdangarín.

Miseria aparte, el "Día de la Fiesta Nacional" deja mucho que desear en mi querido país de origen. Y como yo no tengo otra referencia aparte de la española que la noruega, vamos a hablar un poquito de este día en Noruega. Si ahora mismo te plantas en el centro de Oslo y haces una encuesta a pie de calle con una sola pregunta, tan sencilla como: "¿Qué día y qué festividad es para ti la más grande?", me juego los dedos meñiques de manos y pies a que una inmensísima mayoría de los noruegos te responderán que es el "17 de mayo, Día de la Fiesta Nacional noruega". Sin embargo, esta misma encuesta en España difícilmente daría con un mísero voto para el 12 de octubre. ¿Por qué? Muy sencillo: el 17 de mayo es una fiesta para TODOS los noruegos, el 12 de octubre es una 'fiesta' para los de siempre.

El 17 de mayo comienza bien temprano por la mañana. A las 8-9 de la mañana están todos los hombres enchaquetados, todas las mujeres de punta en blanco, cuando no andan vistiendo el traje típico o Bunad, y ya reunidos en casas, con un copioso desayuno preparado, champán para brindar y cientos de bebidas. A las 11-12 de la mañana ya hay más de uno que no sabe ni donde está. Todo el mundo se echa a la calle, sí, a ver EL DESFILE. Pero nada de acorazados y cabras legionarias. Un desfile infantil, grupos de niños disfrutando de la gran festividad y la familia real saludando desde el balcón. Todo muy sano, y sobre todo muy participativo. Todos disfrutan del día. Terminado el desfile, la fiesta sigue por todos los pubs, clubs y garitos de la ciudad, o incluso en otras casas donde se organizan más fiestas y cenas para el disfrute generalizado. De esta manera, todos, incluso los que llevamos poco tiempo viviendo aquí, nos hacemos partícipes de tamaña fiesta. Este año 2013 fue el primero para nosotros y sin dudarlo nos enfundamos en nuestras mejores vestimentas, nos colgamos distintivos con los colores noruegos de la solapa y yo, como buen vikingo, a las 12 de la mañana ya no sabía ni donde tenía la cara. En mi defensa cabe aclarar que lo celebramos en casa de un compañero de trabajo mexicano con novia noruega y la interculturalidad te lleva a tirar de 'caballitos' ('chupitos' para los mexicanos) de tequila desde bien temprano, con las consecuencias evidentes asociadas. El resumen de nuestra experiencia fue que lo pasamos de lujo, nos pegamos una fiesta tremenda y nos ganamos una resaca de kilo y medio. Aquí os dejo una foto del desfile y otra de un inglés, dos mexicanos y un español disfrutando del Día Nacional de Noruega como mandan los cánones:



Tiremos de comparativa. El 12 de octubre en España tenemos un desfile militar con miles de soldados paseando por Madrid, con acorazados y cazas demostrando lo potente que es nuestro maravilloso ejército, y con una selecta presidencia formada la familia real, cada día más putrefacta y corrupta, y la más alta política para la que ya no encuentro palabras no malsonantes que dedicarle. Si a esto se le suma que los verdaderos dueños del orgullo patrio, los auténticos españoles, los golpepechistas por derecho, los que sienten ese híbrido de orgasmo y éxtasis supremo al ver la rojigualda, son siempre los mismos, de la misma rama política, hacen que muchos otros simplemente nos mantengamos al márgen. Pero no contentos con esto, resulta que esto nos cuesta a todos los españoles más de 800.000 €. Con lo que tenemos encima, tiramos el dinero de esta manera (ver noticia aquí), increíble. No sólo no participo del 12 de octubre, sino que no me identifico ni siento necesidad alguna de decir a bombo y platillo el "soy español y me siento súper orgulloso de serlo". Aquí una muestra de lo que en teoría debería despertar nuestro orgullo patrio:




Resumiendo: yo soy lo que soy, y me siento orgulloso de lo que me he ganado, por lo que he peleado. Me siento orgulloso de aquello con lo que me identifico, de la cultura de mi ciudad, de la gastronomía, del flamenco o de los carnavales. Me siento orgulloso de tener unos padres que lo han dado todo por criar y educar a dos hijos contra viento y marea y hacernos dos personas de provecho. Por todo esto sí entro yo en éxtasis si tú lo deseas, pero cuando a mi me apetezca y de la manera que yo quiera. Pero de una bandera, de un himno, de un ejército, una familia real puesta ahí por gracia divina y de un gobierno corrupto y sucio que no representa más que a la gente poderosa, de esa, perdonadme, pero no me siento ni me sentiré orgulloso en mi vida.

Así que, tirando de orgullo patrio, aquí os dejo un resumen de mi opinión hecha poesía y música a través del carnaval gaditano, a través de uno de sus mayores genios, don Juan Carlos Aragón Becerra:


Un saludo a todos y nos vemos pronto.

jueves, 3 de octubre de 2013

Un año, un sueño

Hola familia.

Un año ya en Oslo. Sí, también seis meses desde que escribí la última vez. Pero vamos a lo que vamos. Un año desde que mi querida MJ y yo, esta sureña pareja de tarifeña y malagueño malaguita, comenzáramos esta locura de buscar nuestro futuro y nuestra vida en un país tan lejano, en absolutamente todos los aspectos, como es Noruega.

¿Cómo resumir tantísimas experiencias en tan sólo una entrada? Es técnicamente imposible, y menos para mi, que soy de extenderme extensamente, valga la rebuznancia. La densidad de vivencias es tal que juraría el tiempo ha pasado para nosotros como para nuestros amigos los perros, y que un año ha valido por siete. Pero voy a intentar quedarme con las pinceladas más llamativas, o al menos con lo primero que me venga a la cabeza.

Llegamos al aeropuerto de Rygge, el de Ryanair, el barato (el que es un tieso, es un tieso, qué se le va a hacer), con mucha ilusión pero a la vez con mucho miedo debido a la incertidumbre de aterrizar en un país del que no conocíamos nada. El día era lluvioso y frío. Sí, el clima no decepcionaba nuestras expectactivas. Nos recogió en el aeropuerto la persona que posibilitó esta aventura por encima de cualquier otra. Mari, gracias por todo. Y tras una hora de camino, llegamos a la que fue nuestra casa durante dos meses. Estos dos meses fueron realmente extraños y para nada fáciles. El choque cultural, la bárbara diferencia de precios y costes fuera para lo que fuese (productos básicos, ocio, cursos de idioma, transporte público, etc...), las dificultades para generar una documentación propia para buscar trabajo y el posterior proceso de búsqueda, sin conocer nombres de empresas, sin saber por dónde empezar a buscar. Y como esto un larguísimo etcétera. Pero la ilusión pudo con todo, y exactamente dos meses después de poner nuestro primer pie en Oslo, recibí una de esas llamadas que despertó en mi ciertas sensaciones que podrían equipararse a que te llamen diciéndote que te ha tocado la quiniela. Dos meses exactos y el 50% estaba conseguido. ¡Ya tenía trabajo!

A partir de aquí comenzó una segunda etapa que tampoco fue nada sencilla y en la que las emociones subían y bajaban cual montaña rusa. Yo tenía trabajo, pero el otro 50% de esta aventura seguía buscando su oportunidad. Tras un breve (brevísimo para mí) paso por España en navidades para recargar pilas, volvimos a Noruega con una decisión tomada. Nuestra aventura y nuestra vida tenían que seguir desarrollándose en un apartamento propio, para los dos. Así que me puse manos a la obra y conseguí encontrar un apartamento pequeñito y muy coqueto, de un dormitorio, en muy buenas condiciones y en una zona más que maravillosa al oeste de Oslo: Skøyen. Ahora mismo os escribo desde aquí, y a pesar de que nos veremos forzados a mudarnos a final de año, pues el dueño de la casa quiere venderla cuando termine nuestro contrato de alquiler anual, intentaremos no alejarnos mucho de esta zona, ya que la comunicación tanto para trabajar como para ir al centro es envidiable. Siguiendo con el hilo de MJ y su trabajo, su oportunidad se resistía. Sabíamos que no era para nada imposible, sabíamos que sus estudios, sus conocimientos, eran bien valorados aquí, incluso más que los míos. El ingeniero acústico es especialista en un campo muy específico y es muy difícil de encontrar por estos lares, a la par que es muy necesario en la industria petrolífera que tanto dinero genera al año en este país. Pero algo pasaba. Así que a pesar de varios rechazos, donde la principal barrera fue el idioma, llegamos a la conclusión de que MJ necesitaba una mejor preparación y un mejor nivel de noruego. Ella volvió a tirar de ahorros, esos que tanto sudor y esfuerzo le costó acumular en su último año en la universidad, alternando proyecto fin de carrera y tropecientas horas de trabajo en una tienda de ropa, e invirtió un dineral en cursos intensivos de noruego. Ahora, a toro pasado, puedo afirmar que ha sido la decisión más acertada de todas las que hemos podido tomar desde que pisamos este bendito suelo. Nunca jamás cejó en su empeño. Creía en ello, y la vida nos ha enseñado que si crees en algo y luchas por ello sin rendirte, las probabilidades de éxito crecen exponencialmente. Esta última frase... ni Jorge Bucay escribiría algo así, estoy que me salgo. Así que, tras tres meses luchando ella sola contra un muro como es el idioma, y enviando y reenviado currículums a empresas de su campo, pasando tantas horas sola en casa mientras yo trabajaba... llegó su momento. Ese bendito día en que esta pequeña empresa situada en Bekkestua la llamaba para ofrecerle un contrato. La alegría, inmensa, indescriptible. Comenzaba la tercera etapa: una vida normal.

Sí amigos, si es que no queríamos nada más. Una simple vida normal, en la que uno va a trabajar y luego vuelve a su casa, se cocina su comida, hace su vida, y los fines de semana sale a tomar algo y disfrutar de su juventud. Ella terminó sus cursos de noruego, y puedo asegurar que me lleva una ventaja abismal en lo que a nivel de noruego se refiere, ya que lo usa a diario en la oficina o dondequiera que le toque trabajar. Yo sigo trabajando en inglés en mi oficina y muy poquito a poco voy aprendiendo este inabordable idioma. Tuvo que ser también un día tres, en este caso mayo, cuando MJ comenzó a trabajar. Desde entonces, todo no ha hecho más que mejorar. Vivimos muy cómodos y somos muy felices. Una vez pasado el trámite más gordo, comienzas a hacer una mayor vida social, por lo que el abanico de amistades que hemos abierto no tiene límites. No hay día que no tengamos plan, y la vida social tiene un uno en mi lista de preferencias. Por cierto, y esto va especialmente para los españoles que "tan bien" han tratado en tantas ocasiones a los inmigrantes en España, especialmente a los latinoamericanos: no sabéis lo importante que es esta comunidad cuando uno pisa suelo extranjero. Mis mejores amigos aquí, actualmente, son mexicanos, hasta tal punto que en dos meses estaremos partiendo hacia Acapulco, México, porque uno de ellos se nos casa con una noruega encantadora (aunque a veces dudo que sea realmente noruega), y han tenido la amabilidad de invitarnos y así darnos la oportunidad de conocer su país y su cultura. También hemos conocido costarricenses y cubanos, todos encantadores. Además de muchísimos españoles, por supuesto. Y te unes a ellos más que a cualquier otro, ya que tenemos mucho más en común de lo que pensáis. Así que hacedme el favor de recapacitar.

Con respecto a experiencias, os puedo asegurar que, especialmente MJ, no para de viajar, aunque sea por trabajo. Ya se conoce una infinidad de localidades noruegas a todo lo largo y ancho del país: Spikkestad, Brevik, Ski, Stavanger, Haugesund, Bergen, Kristiansund... además de otras del extranjero como Le Havre, Innsbruck o Chamonix. En este aspecto le envidio mucho. Aunque no creáis que son viajes de placer; generalmente pisa sólo el aeropuerto para de ahí conectar con el helipuerto y volar a plataformas petrolíferas. En este momento en el que os escribo, ella está en su quinto viaje a plataformas, en la cuarta plataforma distinta. Y ya tiene unos cuantos más planificados. Yo también he tenido oportunidad de viajar a Ámsterdam con mi empresa a una feria internacional de tecnología de televisión y retransmisión, que es a lo que se dedica mi empresa. También hemos tenido diversas fiestas, y cuando se trata de festejar, el noruego medio no escatima en recursos. Mi empresa ha organizado un viaje a Trysil, estación de esquí al noreste de Noruega, con todo (borrachera incluida) cubierto por la empresa, también fiesta de verano, cena de navidad, y así un sinfín. Diversión y buen rollo a la vez que responsabilidad. Todo es compatible.
Respecto a mis experiencias personales, el deporte me ha proporcionado muchas de ellas. He conocido una maravilla de deporte como es el esquí de fondo, en el que combinas el deporte de resistencia, ejercitando todos y cada uno de los músculos de tu cuerpo, con velocidad, y sobre todo la posibilidad de conocer parajes naturales difícil de encontrar en otros puntos del planeta. Y, por supuesto, no se puede olvidar una de las cosas más bonitas que he vivido en mi vida. Hace menos de dos semanas, corrí, aquí en Oslo, mi primera maratón. Sí amigos, 42 kilómetros y 195 metros, corriendo y sin pararse. Cinco meses de duros entrenamientos, corriendo a todas horas por todos los rincones de la capital noruega, para al final alcanzar ese momento tan emotivo de cruzar la meta tras 3 horas, 54 minutos y 23 segundos de esfuerzo.

Al final me he extendido una barbaridad, como no podía ser menos. Y eso que me dejo en el tintero una cantidad ingente de vivencias dignas de contar. Pero el siguiente paso es dejar el blog y escribir una autobiografía, y no, ese no es el plan. Así que, gracias a todos por insistir y reinsistir en que volviera a escribir. Con esto me pasa como con hacer ejercicio, que cuesta tantísimo ponerse pero que tanto disfruta una vez realizado. Espero que hayan disfrutado y, para aquellos que aún anden con la ilusión de dejar atrás una situación cada vez más deplorable en España, y se planteen seguir nuestros pasos, ya sea en Noruega o en cualquier otro punto del planeta, les recomiendo, en primer lugar, que se lean el blog completo, leyendo con detalle todo por lo que pasamos en su momento; y en segundo lugar, que NUNCA JAMÁS renuncien a sus sueños, NUNCA JAMÁS pasen por alto que nos queda mucha vida por vivir y sobre todo NUNCA JAMÁS olviden que somos jóvenes... we are young



P.D.: No podía terminar un post como este, conmemorando un año desde que empezáramos esta aventura, sin adjuntar esta canción y este vídeo, que fue la auténtica banda sonora de nuestros primeros días en Noruega.

P.D.2: Viendo que no he puesto ni una mísera foto, os dejo una que salió hasta en periódicos en mi Málaga natal, del día que nuestro Málaga C.F. hizo historia y pasó a cuartos de final de la Champions League contra el Oporto. Vimos este partido en nuestro 'templo' para ver el fútbol, el Bohemen, en el centro de Oslo, e íbamos de esta guisa.


sábado, 20 de abril de 2013

Falso paraíso

Hola amigos.

Sé que por momentos os planteáis si he sido asesinado por un Breivik cualquiera de los que andan sueltos por Noruega, o simplemente si estaba tan hasta las narices del blog que lo he tirado por la ventana (lo que sería una chorrada, porque vivo en un bajo). La cosa es que no, que no estaba muerto, que estaba de parranda. Mucho lío, y cuando no tengo lío, me dedico a otros menesteres en mi tiempo ocioso. Pero como siempre prometo volver, lo prometido es deuda y aquí estoy de vuelta.

En esta entrada encontrarán algunas reflexiones y conclusiones que ya han sido descritas en alguna de las anteriores 19 entradas publicadas a día de hoy. Pero siempre quise hacer una recopilación de las mismas. Y a raíz de un artículo publicado en el periódico Voz Pópuli y que me hizo llegar, reclamando una opinión, mi gran amigo y mejor periodista Curro Troya (@CurroTroya en Twitter), me he lanzado a hacerlo. El artículo lo podéis encontrar aquí y el título no puede ser más impactante a la vez que esclarecedor.

El título de esta entrada trata también de recoger en tan sólo dos palabras el mensaje que pretendo transmitir. Quede claro, de antemano, que la información aquí vertida puede no ser del todo exacta, que puedo haber llegado a conclusiones erróneas, ya que todo lo descrito se basa en lo que he podido aprender en 6 meses en la capital noruega, lo que he podido escuchar, las historias que me han podido contar, etc.

Efectivamente, amigos, Noruega, como cualquier otro país del mundo, es un falso paraíso. Como bien define el artículo, los programas como "Españoles por el mundo" o "Callejeros viajeros", muy populares en España, han ejercido de canto de sirena, han contribuido a alimentar falsas esperanzas, aprovechándose de toda esa gente que necesitaba un clavo ardiendo al que agarrarse. Yo también he pasado horas en España, delante de la pantalla, imaginándome lo maravillosa que podía ser mi vida en esos países, tal y como lo describían en el programa. Pero es que estos programas aplican un filtro que el televidente desconoce. El efecto "canto de sirena" se debe a que sólo presentan la conclusión, la situación puntual de la persona que protagoniza el reportaje en el momento que se graba. Nada se sabe del camino que ha seguido dicha persona, las dificultades que ha pasado hasta que ha llegado a esa (generalmente) maravillosa situación descrita. Y estoy convencido de que estos protagonistas de los programas lo cuentan, explican todo esto a las cámaras. Pero todo queda atrapado en las redes del que yo llamo filtro "pa qué lo voy a contar si esto me echaría abajo el negocio". 

Bien, afortunadamente Blogger, Blogspot, o comoquiera que se llame, no aplica este filtro, así que hablemos del camino. Aquellos que hayan leído mi blog asiduamente conocerán el camino que hemos seguido, pero para los nuevos y los más vagos, trataré de explicar lo que hemos vivido aquí. 

Noruega es un país próspero, rico, bien estructurado y fuerte en valores. Sí, amigos, Noruega es un país de puta madre para vivir. Pero para poder considerar que estás viviendo en Noruega, has de superar una serie de barreras bastante duras. Lo primero de todo, como bien desarrolla el artículo de Voz Pópuli, tenemos el tema económico. Oslo es una de las capitales más caras de Europa, por no decir la que más. Bueno, para ser más exactos, no es nada cara en relación al salario medio noruego, pero es obscenamente cara en comparativa con la renta media española (si es que tienes alguna, que ya es difícil). Esto significa que el desembolso o inversión (me gusta llamarlo así, es una inversión para buscar un futuro) inicial si decides trasladarte a Noruega es enorme. El alquiler de una simple habitación en un piso compartido nunca estará por debajo de los 600-700€. Y un estudio o piso de un dormitorio siempre supera los 1200-1300€. Con lo cuál, es muy importante haber ahorrado una buena cantidad antes de trasladarse impulsivamente a este país. Y hay que tener claro que aunque los ahorros sean cuantiosos, vas a necesitar un trabajo muy pronto. Si no, es técnicamente imposible subsistir, y se llegan a situaciones desesperadas como las descritas en el artículo, o como ya se encargaran de contarnos los amigos de "21 días", también de la cadena televisiva Cuatro. Este reportaje, publicado casi al mismo tiempo que un artículo en El País, presentaban la otra cara de la moneda: Noruega es horrible, la gente lo pasa fatal, aquí no hay quien viva (aquí no, aquí no, uh). Y qué quieren que les diga, ni una cosa, ni la otra. Pero ya saben cómo somos en España: o calvo, o con tres pelucas. Por eso me parece tan fantástico el trabajo que realiza Jordi Évole en su programa "Salvados" de La Sexta. Siempre muestra las dos caras de la moneda, y tú ya decides con qué quedarte de cada una. Él ha sido el último que ha pisado suelo noruego para hacer un reportaje, y podéis verlo aquí

Bajo mi humilde opinión, creo que estas situaciones negativas extremas se generan al juntar en la misma ecuación dos conceptos peligrosos por sí solos: pura desesperación + grave desinformación. Esta fórmula augura un resultado difícilmente positivo.

Muchos podéis lanzar alguna pregunta que ha quedado en el aire: "De acuerdo, Javier, si la cosa consiste en encontrar trabajo para subsistir, y Noruega tiene una tasa de paro tan baja, ¿dónde está el problema? Ya está, yo me planto allí, con mis maletas, mi desparpajo y mis ganas de salir adelante y a vivir que son dos días." Pasamos a la segunda gran barrera: el idioma. En Noruega se habla noruego. Qué raros estos noruegos, ¿eh? ¿Qué será lo siguiente, que se hable francés en Francia? (Por cierto, no tiene nada que ver, pero Platiní, eres un mierda, que lo sepas). Los escandinavos son conscientes de que sus idiomas son raros, o al menos son altamente inútiles fuera de Escandinavia, por lo que todo el mundo, vayas donde vayas, habla inglés si la situación lo requiere. Esto no significa que te vayan a contratar en una tienda de ropa hablando inglés, ya que Noruega tiene esa fea manía de estar llena de noruegos, a los que les gusta que les atiendas en su idioma. Lo dicho, qué gente más rara. Pero claro, los españoles vamos más allá. Parte debido a un sistema educativo podrido (y cada vez más) que ningunea la enseñanza de idiomas (véase cómo están las Escuelas Oficiales de Idiomas, por ejemplo, o el nivel de inglés que se aprende en los institutos), y parte debido a nuestra chulería innata basada en aquello de "el español lo hablan yoquésécuántos cientos de millones de personas, pa qué voy a aprender inglés", la cosa es que muchos españoles se presentan aquí, al igual que en otros países europeos, como dicen en mi tierra, sin hablar ni papa de inglés. Y así, amigos, ¿qué queréis que os diga? El noruego puede tener buena voluntad, puede requerir mano de obra. Pero el noruego no va a regalar su dinero a una persona que no es siquiera capaz de hablar un idioma neutral que, por el motivo que sea, es oficiosamente el idioma universal. Y aquí está, por tanto, la segunda fuente de fracasos que desembocan en situaciones extremas, llegando en ciertos puntos hasta la mendicidad o el tener que acudir a diario a Cáritas para tener qué echarse a la boca.

Por tanto, para aquellos que estén en duda, siento ser así de duro. Si no sois capaces de mantener una conversación medianamente decente en inglés, NI OS MOLESTÉIS. Insisto, esto no es un paraíso. Es un país que quiere crecer y que necesita de mano de obra útil para ello. Algunos me diréis: "Joder, Javier, qué cruel eres. No tiene por qué salir mal. Pues yo sé de un amigo que...". Por supuesto, los hay. Pero hay que tener mucha suerte. Y cada vez más, pues el efecto llamada existe, es real y palpable, por lo que cada vez hay más y más personas en esta situación, dispuestas a trabajar de cualquier cosa pero sin poder comunicarse en ningún idioma. Repito, mi consejo es que estudiéis idiomas y entonces lo intentéis. Antes no. Al menos no aquí.

Pero la cosa puede complicarse aún más, si cabe. La tercera barrera es menos radical, pero también existe. Pongámonos en situación. Supongamos que tienes unos buenos ahorros, y/o que tienes la suerte, como en nuestro caso, de no tener que pagar alquiler los dos primeros meses. Supongamos que hablas inglés lo suficiente para pasar una entrevista de trabajo. De acuerdo. ¿Qué más puedes ofrecer? ¿Tienes estudios? ¿Experiencia? ¿De qué estás dispuesto a trabajar? Estas son preguntas que debes hacerte. Vuelvo a ser radical, pero, a riesgo de ponerme pesado, repito que esto es un falso paraíso. Noruega necesita, en términos generales, ingenieros. De todo tipo. Da igual. Ingeniero civil, naval, mecánico, industrial, telecomunicación, informático, acústico. Lo que sea. Por lo que he podido saber, el jóven noruego medio, acostumbrado a una vida acomodada y a un país donde puedes emanciparte a los 22 años con un trabajo normalito, no se molesta en estudiar un coñazo de carrera como es una ingeniera. Más de 6 años estrujándose el cerebro... no les merece la pena. Por tanto, en un país en expansión, y con la necesidad de seguir extrayendo petróleo por los siglos de los siglos, la demanda de ingenieros es altísima. Así que, si además de tener ahorros y de hablar idiomas, eres ingeniero, probablemente tengas éxito en tu aventura. Ahora, si no lo eres, entonces no puedo asegurarte nada. Por ejemplo, cualquier título universitario de economía, empresariales, ADE, publicidad, marketing... no son demandadas aquí, ya que hay miles de jóvenes noruegos con títulos como esos. No te digo nada ya si no tienes título universitario. Las cosas se complican, y mucho. De todas maneras, si respondes a la última pregunta planteada con un "estoy dispuesto a trabajar de lo que sea", entonces quizás tengas suerte. Podrás encontrar un trabajo de camarero, o de personal de limpieza, y poco a poco, con mucha paciencia, y el paso de meses/años, labrarte un futuro en Noruega. Es lo que he podido saber. Conocimos a una chica española, titulada en Magisterio, que lleva  tres años en Oslo. Ha trabajado de camarera, limpiadora, repartiendo publicidad, y todo lo que le fue saliendo. Y ahora, con un nivel altísimo de noruego (aparte del inglés que ya traía de casa), le acaba de salir por fin su primer trabajo como profesora, en este caso de español en un instituto, y tan sólo es una sustitución de unos meses, por lo que mantiene su trabajo de camarera por las noches, pegándose una paliza sobrehumana de dos turnos de trabajo diarios. Con suerte, y con el tiempo, espero que acabe dedicándose en exclusiva a la enseñanza, ella lo merece más que nadie. Esto es lo máximo a lo que se puede aspirar en esta situación, para ser honestos.

Ah, y no olviden, nosotros por suerte cumplíamos los tres requisitos, estábamos preparados para las tres barreras (ambos somos ingenieros), y aún así, mi querida MJ ha tardado cinco meses en conseguir trabajo. Ni uno, ni dos, ni tres, sino cinco. Eso, traducido a coronas noruegas (NOK) o a euros, es mucho dinero. Afortunadamente yo pude encontrar trabajo a los dos meses de llegar, cosa que, según me cuentan mis compañeros, es casi un milagro. Prácticamente ninguno conoce de un caso de encontrar tan rápido trabajo. 

Así que amigos, el resumen de esta entrada es que para abordar con éxito una contienda de tamañas dimensiones, hay que en primer lugar ser realistas, y conocer las posibilidades de éxito. Y una vez tomada la decisión, lanzarse y, como dice mi padre, "amarrarse los machos", estar dispuesto a sufrir, a rozar por momentos la desesperación, y luchar, luchar sin parar hasta conseguirlo. Porque sí, no me canso de agradecer a viva voz a Noruega la oportunidad que nos ha dado, el futuro que me está prometiendo. Pero no olviden que los paraísos, sólo existen en los libros de ficción. Noruega, amigos míos, no es un paraíso.

Saludos.

martes, 19 de marzo de 2013

Gracias, Noruega.

¡Hola amigos!

Ya estamos por aquí de vuelta. Ha sido de nuevo más de un mes de ausencia. No tengo excusa ni tengo la necesidad de ponerme a decir chorradas. No me he sentado a escribir, sin más.

Como ya saben, este blog siempre tuvo dos objetivos desde su nacimiento. Uno de ellos era el más obvio, que no iba más allá de servirme de desahogo, de canal de comunicación entre mi gente, familia, mis amigos y la gente que se preocupa de mi situación y yo. El segundo objetivo era, aprovechando la coyuntura, que este blog tuviera un fin informativo para todos aquellos que se encuentren en una situación similar a la mia, que estén considerando o convencidos de marcharse al extranjero, a Escandinavia, a Noruega. Siempre trato de orientar las entradas a cubrir ambos objetivos, aunque no siempre es posible. Así que tanto la última entrada, como esta, van a estar tildadas de un mayor sentimentalismo y de un menor carácter informativo. Pero bueno, es mi blog, así que yo decido, ¿no?

Bueno, para aquellos que aún no le hayáis dado a la cruz y hayáis cerrado la ventana porque el sentimentalismo os aburre, voy a proceder a explicar por qué este título, por qué me siento tan agradecido. No tengo necesidad alguna de demorarlo más, así que allá voy: mi querida MJ ¡¡YA TIENE TRABAJO!! Sí, por fin lo ha (hemos) conseguido. Como recordarán, mi última entrada, hace ya más de un mes, era de puro reconocimiento a esta muchacha que renunció a todo, que se enfrentó a sus mayores miedos y llenándose de valor luchó y peleó por fabricarse un futuro. Pues los esfuerzos dan sus frutos. Eso es algo que la vida me está enseñando. No siempre uno lo consigue, pero en términos generales si crees en algo, luchas por ello hasta la saciedad, nunca tiras la toalla... la vida acaba recompensándote. Así que hará algo más de diez días, MJ recibió una respuesta a uno de los CIENTOS de e-mails y solicitudes enviadas en la que era invitada a realizar una entrevista de trabajo. La empresa, bastante más pequeña y familiar que las otras (unos diez empleados) y puramente dedicada a la ingeniería acústica, especialidad que estudió MJ, le dio esta oportunidad. Ella fue y con su encanto natural, su fuerza, su energía y sus ganas encandiló a un tal Ole (nombre bastante común en noruega, pero que los españoles tendemos a relacionar con una palabra "muy castellana") y el viernes pasado recibió un SÍ como un templo como respuesta. Así que sí amigos, esta aventura que comenzamos hace algo más de cinco meses ha superado la primera fase, la más difícil, la de conseguir trabajo para los dos protagonistas, alquilar un piso y establecerse en una ciudad, en un país lejano y tan diferente a nuestro lugar de origen.

No me voy a molestar en contaros aquí de nuevo las condiciones laborales ya que son muy similares a las explicadas en otra entrada de este blog. Pero os voy a dejar unos datos simplemente para que alucinéis como yo lo estoy haciendo. Para comenzar, la empresa se dedica a realizar medidas de ruido y de las condiciones acústicas en determinados sitios, como son en grandes construcciones, núcleos urbano con alta densidad de tráfico o en PLANTAS PETROLÍFERAS. Así que una de las principales condiciones que le exigieron durante la entrevista fue que no tuviera miedo a volar en helicóptero, al mar, etc. Pero es que esto llega al punto de que a la semana de incorporarse a trabajar (empieza a principios de mayo) tiene que hacer un curso de una semana de salvamento marítimo, donde le enseñan, entre otras cosas, a evacuar una planta de extracción de petróleo, evacuación tras accidente de helicóptero, qué hacer en caso de incendios... vamos, que parece una formación más propia del ejército que de una ingeniera de sonido. El curso cuesta una fortuna y los gastos son cubiertos por la empresa, con lo que hay que valorar lo que una empresa INVIERTE en una persona esperando que, con el tiempo, esta inversión se traduzca en productividad procedente de esta persona. Pero la cosa no acaba ahí. En el mismo día que le dieron la maravillosa noticia, le proporcionaron más informació, como que la empresa trabaja muchísimo en el extranjero, por lo que pasan mucho tiempo de viaje, recorriéndose medio mundo para hacer medidas que luego procesan desde la misma oficina. Así que le han dicho que se prepare, que va a viajar muchísimo (muérome de la envidia). Y, claro, como esto no era suficiente, a pesar de que ella se incorpora en mayo le han invitado al viaje de empresa, que es el próximo mes de abril y en el que van nada más y nada menos que a Chamonix-Mont Blanc, en los alpes franceses. Y yo con la emoción por las nubes porque este fin de semana mi empresa nos lleva a una estación de esquí noruega a tres horas de autobús... (muérome de envidia x2)

Algunos quizás os preguntaréis si desde que recibió esas negativas debido al idioma y a su inexperiencia en las otras empresas donde ella hizo entrevistas ha cambiado algo para conseguir superar esta barrera y convencer a esta nueva empresa. Pues tengo que deciros que sí. En este aspecto fuimos bastante prácticos: ¿el problema es el noruego? Pues invirtamos en cursos de noruego. Y así fue. Tan pronto como MJ recibió esa respuesta negativa hace algo más de un mes alegando falta de soltura en el idioma nativo, nos pusimos a buscar cursos de noruego de nivel intermedio, con el fin de acelerar el proceso de aprendizaje todo lo posible. De esta manera encontramos dos interesantes cursos intensivos de noruego nivel intermedio a los que decidimos que MJ debía ir. En Oslo hay diferentes escuelas de noruego, aunque hay un par de ellas que son más conocidas. Sin embargo, si buscas, encuentras más. Las dos más famosas son Folkeuniversitetet y Alfa Skolen, pero para MJ encontramos Learning-Language, una academia más pequeña y familiar pero que en calidad no tiene nada que envidiar a las otras dos. ¿Único problema de todas estas escuelas? El precio. Vaya novedad, ¿eh? Aquí en Noruega todo tiene una pega siempre relacionada con el coste económico. Por cada curso intensivo de tres semanas, a algo más de tres horas diarias, de lunes a jueves, donde se estudia la mitad del libro de nivel intermedio (B1 en la escala europea), mi querida MJ ha tenido que invertir 4400kr, que traducido a leuros se va a la más que jugosa cantidad de 630€ (recordemos que solemos aplicar, por simplificar, el cambio a 1€ = 7 kr). Es decir, que se le van a ir más de 1200€ en dos cursos de idiomas de tres semanas de duración. Claro que, además del precio, recordemos que MJ y yo habíamos estudiado el nivel básico hacía ya unos meses, recién llegados a Oslo. Así que esta pobre muchacha, para no tirar el dinero en el curso, se obligó a estudiar diariamente el libro de nivel básico por su cuenta hasta terminarlo justo antes de empezar este curso. Para los interesados, los libros más populares para aprender noruego (siempre noruego-inglés, creo que no existe ninguno de noruego-español) son På vei (nivel básico), y Stein på stein (nivel intermedio - B1). No os voy a engañar, no hemos pagado por ellos. Valen una auténtica fortuna y el coste del curso ya era suficiente inversión. Estaba dispuesto a poneros los enlaces, mantenidos por otro blog: Si algo puede salir mal, pero haciendo honor a su nombre, el autor de este blog anuncia que no puede mantener más las descargas, imagino que por problemas legales, de copiright y demás. Si alguien está muy muy interesado, no tiene más que comentármelo por aquí, dejarme su email, y ya veremos si alguien, siempre de manera accidental, le puede hacer llegar los PDF y los audios. 

Y bien, por tanto, y resumiendo el tema idiomas, estoy convencido de que en el momento que MJ ha incluido en sus solicitudes de trabajo que está yendo a este curso, que tiene intención de ir a la segunda parte, que está haciendo todo lo que está en su mano por aprender noruego lo antes posible, se le han abierto ciertas puertas que hasta entonces estuvieron cerradas. Y la primera puerta ha sido la puerta a la felicidad, pues la barrera está superada y el objetivo cumplido. Este convencimiento está justificado: le han dicho que se incorpore a trabajar a principios de mayo exclusivamente para que pueda terminar el segundo curso, al que le dan una importancia enorme.

En fin, ¿qué más puedo decir? ¿Es necesario que sea más concreto a la hora de justificar el título de esta entrada? Simplemente tengo que añadir que no quepo en mi agradecimiento a este país, a lo que esta tierra del norte de Europa me ha ofrecido. Ha acogido con los brazos abiertos a dos jóvenes que se vieron en un elevado punto de desesperación ante la ausencia total de futuro, de oportunidades en su ciudad, en su tierra, junto a su familia y amigos, y le ha ofrecido una oportunidad irrechazable. Cinco meses, sólo cinco meses se le ha exigido aguantar a estos dos chicos para que dispongan de una oportunidad de ser felices, de vivir y de tener un futuro. Por supuesto, parte del mérito está en nuestra lucha, en nuestro trabajo, en nuestra confianza, en no dar nunca una batalla por perdida. Pero dudo mucho que todo este ímpetu y ganas hubiera resultado tan positivo en España. Sí, quizás habríamos encontrado trabajo, de hecho yo tuve mi oferta encima de la mesa. Pero NUNCA en estas condiciones. NUNCA tendríamos el sueldo que tenemos a pesar de no tener experiencia. Lo siento, amigo empresario de la industria ingenieril española, tú argumentas que yo no tengo experiencia y que no me puedes pagar una fortuna. Yo te digo que no quiero una fortuna, pero que al menos quiero un sueldo que corresponda a una persona con mi cualificación. Que no puedo trabajar en las mismas condiciones que una persona que no ha pasado por lo que pasamos todos los estudiantes de ingeniería hasta que alcanzamos esa casi utopía de tener el título de ingeniero colgado en tu dormitorio. En esto me estoy repitiendo, ya lo escribí cuando inicié esta aventura. Pero es que estos cinco meses no han hecho más que reafirmar mi argumento. En Noruega SE VALORA a los ingenieros, se tiene en cuenta lo que significa tener ese título, y por tanto SE PAGA, de primera hora, un sueldo acorde. Además de todas esas condiciones que no hacen más que hacerte sentir cómodo en tu puesto de trabajo y por tanto rendir a un nivel más elevado.

En resumen, que ahora comienza nuestra vida, ahora nuestro futuro se abre, ahora vamos a ser aún más felices y todo gracias a una ciudad, a un país, a una cultura y a una gente que nos ha recibido con los brazos abiertos y que ha sabido valorar lo que estos dos jóvenes españoles podía ofrecerles.

GRACIAS, NORUEGA.

Saludos.

P.D.: Y gracias, Mari. Sin ti, sin tu ofrecimiento y hospitalidad, todo esto hubiera sido absolutamente imposible.





viernes, 8 de febrero de 2013

Una chica muy valiente

Hola amigos.

Hoy no vengo aquí a disculparme por tardar en escribir una nueva entrada. Tampoco vengo a hablaros de alquileres, condiciones laborales o nada parecido. No. Esto que hoy escribo está dedicado en su plenitud a una persona.

Hace 26 años y un mes nace en la preciosa localidad gaditana de Tarifa una chica de cabellos y ojos oscuros. Aún siendo una profunda amante de su tierra, de ese pequeño pueblo situado en el punto más meriodional del continente europeo, de sus paradisíacas playas y de ese encanto para el que no encuentro las palabras adecuadas para describir, por un motivo u otro esta chica se trasladó a los 11 años junto con su familia a la maravillosa capital malacitana. El destino quiso que en una de esas interminables y estresantes épocas de exámenes, esta chica conociera en la biblioteca a un chavalito al que se le puede describir con esa palabra tan andaluza y que tanto nos gusta utilizar: "chufla". Independientemente de lo chufla que fuera este chico, entre ellos surgió algo, una bonita historia que se fue forjando con el paso de los meses y que acabó por convertirse en una relación seria y más que estable.

De la mano continuaron sus andanzas, avanzando en sus estudios universitarios, buscando un futuro próspero y agradable en el que desarrollar sus vidas. Pero, ¡ay amigos!, bien sabemos que las bonitas historias de amor sólo alcanzan el final feliz en la ficción. El chico, que además de ser un "chufla" es un chico que trata de estar informado de la actualidad, que intenta concienciarse y preocuparse de lo que ocurre con su sociedad, empezó a percibir una situación insostenible en cualquiera de los términos que quieran analizar en su país. Así que en su cabeza se fue generando una idea, primero liviana, y poco a poco, paso a paso, con mayor forma, de hacer el petate y marcharse al extranjero en busca de las oportunidades que su país natal le iba a negar. Pero, por supuesto, el amor es cosa de dos; esta decisión no podía tomarla uno sin contar con el otro. 

Esta chica tiene una característica más que resaltable, y es que la unión que tiene con cada uno de los miembros de su familia es de una magnitud más que notable, lo que se traduce en que para ella esta idea no era fácil de aceptar y concebir. ¿Cómo iba a estar ella a miles de kilómetros de sus padres, de sus hermanas? ¿Y sus sobrinos? ¿Cómo iban a crecer sus sobrinos sin tenerla a ella a su lado? Pero este malagueño es de armas tomar, así que lenta e incansablemente fue insistiendo, buscando la manera de convencer a esta preciosa muchacha de que era la mejor idea, la mejor alternativa. Y la naturaleza quiso darle a esta muchacha un coraje y un valor inconmensurable, así que aceptó. Sí, amigos, esta chica se sobrepuso a sus miedos y aceptó a sabiendas de lo que iba a suponer para ella estar lejos de su familia. 

No contento con esto, el chico decidió que el mejor lugar al que podían marcharse era Noruega, ya que una completa desconocida para la chica les ofrecía su casa. "¡A Noruega! ¿Qué tipo de locura es esa? Allí hace un frío tremendo, y hablan un idioma rarísimo. Sin contar lo carísimo que es. Y encima a vivir a casa de una desconocida". Pero no había nada que lo parase, y junto con él, la chica valiente dispuesta a aceptar también todas estas dificultades. Total, ella puede con todo.

Y así fue, estos dos chicos se marcharon a Noruega, emprendieron una aventura nada sencilla y en la que aún andan inmersos. Esta historia se escribe cada día que pasa. Y esta chica, sobreponiéndose a todas las dificultades, sigue luchando día a día por que su historia, su aventura, tenga el mejor de los resultados. De este modo, desde que llegó a ese país escandinavo no ha parado de luchar, de aprender. Está estudiando una lengua tan rara y complicada para los latinos como es el noruego, y está buscando trabajo. Busca y rebusca. "¡Si no encuentras tampoco trabajo en Noruega, ¿qué haces allí? Para eso te vuelves a España". Algunos se aventuran a hacer semejante afirmación. Pobres ignorantes. No saben con quién tratan. La chica ha pasado meses levantándose cada día para buscar empresas que se dediquen a aquello para lo que estudió, para mejorar la información que proporciona a las empresas, y para seguir aprendiendo noruego. Y aún llegó a más: esta chica ha llegado a plantarse físicamente en la oficina de una empresa que ya le había dicho que no tenía ninguna opción dos veces vía email. Nadie puede con ella. Y tanta insistencia tenía que dar sus frutos, así que varias opciones aparecieron. Sin tener el nivel de inglés óptimo, ella le echó ese coraje innato y se plantó en algunas entrevistas. Y cuando más cerca estaba, cuando ya pasó su segunda entrevista, cuando más ansiaba el definitivo sí por parte de una de estas empresas, recibió un no por respuesta. ¡Vaya palo! Todo el problema consiste en que aún no tiene suficiente nivel de noruego y en las empresas de su ámbito se utiliza el noruego como lengua oficial en la oficina, a diferencia de otras empresas donde con poder expresarte en inglés es más que suficiente. Vaya momento más duro para ella.

Pero ya imaginaréis cómo sigue la historia, ¿no? Lejos de venirse abajo, lejos de tirar la toalla, esto ha servido ante todo como motivación para estudiar con mayor intensidad noruego. Ya ha buscado nuevos cursos, y está dispuesta a dominar este idioma cuanto antes. ¡Menuda es ella! Para colmo, los padres de la chica tienen una actitud encomiable, aportándole cada día (gracias a las benditas tecnologías) una dósis de energía positiva que ya quisieran muchos. E incluso unos suegros que, lejos de venirse abajo ante las adversidades que la vida les trae, son capaces de aportar una sonrisa y un mensaje de ánimo para ambos día tras día. Al chico, cada día que pasa, ella le da una lección de fuerza, energía y coraje. Y él no puede estar más convencido de que pronto, muy pronto, ella obtendrá resultados a todos estos esfuerzos. Y el futuro, ese ansiado futuro por el que se lanzaron a semejante aventura, llegará para ella. Obtendrá un trabajo, se establecerá como una ingeniera de categoría y podrá demostrar toda su valía. Porque ELLA PUEDE CON TODO. Hacedle caso, "...hay que luchar, levántate y anda", así que "...guárdate tu inútil llanto, y lo intentas nuevamente, saca fuerza de la fuerza, enseñando bien los dientes, que se enteren de que existes por tu vida y por tu gente... a mi no me digas que no se puede".


P.D.: Te quiero MJ.

martes, 29 de enero de 2013

¡Vámonos de alquiler!

Hola amigos.

Aquí os traigo el post prometido, pero tarde como siempre. Creo que voy a dejar una entradilla fija disculpándome por tardar en publicar y así me evito escribir este rollo cada vez que me siento frente a la pantalla.

Hoy voy a intentar extenderme en el tema de los alquileres. Como más de una vez he expresado por aquí, uno de los principales fines de este blog es aportar una información más que útil para aquellos que se planteen la posibilidad de emigrar a Noruega y buscarse la vida como algunos nos hemos atrevido a hacer. Dicho esto, el tema de hoy es harto importante. Muchos sabrán de seguir el blog desde sus comienzos que MJ y yo tuvimos la suerte de no tener que preocuparnos por el alquiler en el momento de emigrar, ya que Mari, nuestra amiga noruega, nos ofreció su casa hasta que encontráramos un trabajo y pudiéramos trasladarnos. Por tanto, es ahora cuando puedo hablaros con conocimiento de causa acerca de este tema.

Y es que amigos, no pueden ustedes hacerse una idea de cuántas horas dediqué entre el 26 de diciembre, día de mi vuelta de las mini-vacaciones navideñas en España, y el 9 de enero, día de mudanza definitiva a mi nuevo apartamento, a este tema. 

Como ya les hablé del tema geográfico en el anterior post, haré referencia a ciertos nombres que, si no entienden del todo, pueden echar un repasito pinchando aquí y listo.

Pongámonos en situación. Partimos de cero. Estamos en Oslo y queremos alquilar un piso. ¿Qué debemos hacer? Muy sencillo. Primero, por supuesto, tener dinero. ¿Cuánto? Ya os enteraréis más adelante, pero id preparando las carteras. ¿Cualquiera puede alquilar un piso? Siento no poder informarles de qué ocurre cuando acabas de emigrar y no tienes ningún tipo de papeles ni has pasado por ningún proceso de regularización, ya que este paso lo hemos dado tras haber encontrado trabajo yo y con todos los papeles en regla. El segundo paso consiste en acudir la página web universal para absolutamente todo en Noruega. Ya ha aparecido varias veces en el blog, pero insisto en ello. Esta página es FINN.NO, y para que se hagan una idea, pueden encontrar en ella prácticamente todas las ofertas de trabajo que se publican aquí, pueden comprar miles de objetos de segunda mano, pueden alquilar o comprar pisos, encontrar vuelos... de todo. El gran hándicap: está en noruego. Sí amigos, esto es cuestión de tiempo, paciencia, cursos de idiomas, etc.. pero al final consigues entender lo justo y necesario para moverte por ella. Si la curiosidad les lleva a pinchar en el enlace, "Eiendom" es el apartado de "Propiedades (viviendas)", y dentro, "Bolig til leie" viene a significar "Viviendas en alquiler".

Como tampoco pretendo que esto sea un tutorial de manejo de la página, no voy a entrar en más detalles de la misma. Simplemente, a continuación hay que elegir una zona geográfica y finalmente tienes la opción de mostrar por rango de precios, si están amuebladas o no, etc.

Según lo comentado en el post anterior, la zona elegida iba desde Majorstuen hasta Stabekk. Dado que algunas de las zonas pertenecen al término municipal de Oslo, y otras al término municipal de Bærum, pueden comprender la de veces que tuve que ir hacia atrás y hacia delante para ir cambiando las opciones de búsqueda. Y claro, ahora vamos a la gran pregunta, y donde creo que esto servirá de gran ayuda o guía: ¿en qué rango de precios debo moverme? Esto nos lleva a clasificar los anuncios según determinadas características. Seamos concisos: si el piso es compartido, y estás dispuesto a pagar por una habitación más zonas comunes, entonces podrás encontrar cosas por debajo de 9.000 - 10.000 kr (1300 - 1400 €). Sí, comprendo que más de uno se haya caído de espaldas sólo de pensarlo. Como suelo decir por aquí, pensad que todo, sueldos incluidos, es del orden de tres veces el valor en España. Por tanto, no es complicado encontrar pisos compartidos por unas 6.000 ó 7.000 kr la habitación (en torno a los 1000€), de la misma manera que por España, en zonas de estudiantes, los encuentras a unos 300€.
Para el siguiente rango de precios tenemos que tener cuidado con lo que aquí se considera habitación. En Noruega, un piso de 1 rom (1 habitación, literalmente), significa un piso sin dormitorio. Es decir, que el salón cuenta como habitación. Este tipo de pisos están ahí, en medio, entre lo que vale una habitación compartida y lo que vale un piso con un dormitorio, que para nuestros amigos escandinavos serían 2 rom (2 habitaciones, salón + dormitorio). Obviamente, MJ y yo descartamos los pisos sin dormitorio, ya que una vez que nos mudábamos e íbamos a pagar una buena cantidad de dinero, nos apetecía tener una cosa medianamente aceptable. ¿Qué rango de precios se manejan para este tipo de viviendas? Pues después de tantas horas investigando, yo diría que entre 9.000 y 13.000 kr (1300 - 1900€), dependiendo del tamaño y de la zona. La zona de Stabekk, que no pertenece a Oslo y que está algo más alejada, obviamente, ofrecía cosas una pizca más baratas (tampoco nada del otro mundo), mientras que cuanto más céntrico buscabas, como en el caso de Majorstuen, la media de precios subía. Estoy convencido que más de uno sigue mareado con las cantidades que, relajadamente, voy soltando por aquí. Simplemente hagánse una idea: si aquí se ganan unas 22.000 kr (no es una cantidad al azar, ni inventada, no es un sueldo poco habitual) y se pagan 11.000 kr, equivale a ser mileurista y pagar 500 € de alquiler. No es para tirar cohetes, pero vivir, se puede vivir tranquilamente. 
Lo curioso de esta clasificación es que a partir de aquí, para obtener mejoras más que notables en metros cuadrados de piso, en número de habitaciones, etc... el salto no es tan grande. Es decir, el mismo piso de 1 dormitorio por el que pagas 11.000 kr, puedes conseguirlo de 2 dormitorios por 13.000 ó 14.000 kr. Lo mismo para pasar de 45 metros cuadrados a 70-80 metros cuadrados. Obviamente, en cuanto pasamos de las 12.000 kr, con el sueldo ejemplo anteriormente planteado, se hace cada vez más complicado poder subsistir, de ahí que con un único sueldo poca gente se plantee más de un dormitorio.

Vamos a contar alguna cosita más. Por ejemplo: ¿cuál es la duración mínima del contrato de alquiler? En todo este tiempo podría asegurar que casi el 100% de los alquileres te obligan a un mínimo de un año desglosado de la siguiente fórmula: a partir del noveno mes se puede cancelar el contrato, pero hay que avisar con tres meses de antelación. Yo la llamo una manera "muy política" (muy adornado y dando un buen rodeo) de obligarte a estar un año. Lo cierto es que a partir de ese año, ya depende del contrato. Algunos se extienden hasta tres años, siempre pudiendo cancelarlo con tres meses de antelación, otros hay que renovarlos por año, etc.
Otro tema es si los pisos están amueblados o no. Pues hay de todo, pero hay que tener mucho, muchísimo cuidado con los anuncios. Y lo digo por experiencia. Hay pisos que se muestran preciosos en las fotos, con todos los muebles muy nuevos (generalmente de Ikea), pero que luego NO INCLUYEN estos muebles. En noruego, se clasifican entre Møblert, Delvis møblert, y Umøblert (amueblado, parcialmente amueblado y no amueblado). Por tanto, lo mejor que se puede hacer es, en caso de ver un anuncio interesante y que esté dentro de los "parcialmente amueblados", contactar con el arrendador y que te describa qué significa para él 'parcialmente'.

Vamos al último paso. Una vez que ya estás interesado en el piso... pues llamas, dices que lo quieres, y ya está, ¿no? Pues va a ser que no amigos. En esto sí que me quedé anonadado con lo que fui experimentando. Siendo concisos, para casi todos los pisos anunciados hay varios candidatos. Sí, candidatos, tal como lo leen. Como si fuera para conseguir un trabajo. Por tanto, el proceso consiste generalmente en que se realiza una visita, normalmente conjunta (todos los candidatos a la vez) y el arrendador, ya sea el propio dueño o una agencia inmobiliaria, a la vez muestra el producto ofrecido y conoce a los candidatos. Una vez finalizada la visita, los candidatos dicen si están interesados o no, y entonces, el día siguiente, el arrendador elige al candidato 'ganador'. Parece hartamente cómico, pero es así. Es tan sencillo encontrar a quien te alquile la vivienda que se lo pueden permitir.

Ya hablando de mi experiencia personal, asistí a tres visitas como la anteriormente descrita. Los tres pisos que visité fueron uno en Stabekk, otro en Skøyen, y el otro en Slottsparken (junto a Nationaltheatret, muy muy céntrico). Los tres pisos tenían un dormitorio, estaban en el rango de 10.000 - 11.000 kr, los tres amueblados, y los tres en el rango de 40-50 metros cuadrados. Creo que queda claro lo que buscábamos. Y, sinceramente, al visitar el tercero, en Skøyen, me quedé completamente prendado. Tiene los muebles bastante nuevos, el cuarto de baño en unas condiciones exquisitas, además de contar con todos los electrodomésticos básicos (incluidos lavavajillas y lavadora). Además, era el único gestionado por una agencia inmobiliaria, que no sé muy bien por qué me daba más confianza (han tardado poco en demostrar que estaba equivocado, pues no nos han tratado excesivamente bien). La situación era ideal, a cinco minutos del centro y a cinco del trabajo, en una zona súper tranquila, una urbanización muy nueva y muy agradable. El piso tiene 46 metros cuadrado, además de un trastero en el sótano. Es un bajo precioso, con parqué en toda la casa, calefacción central y una terraza preciosa con barbacoa y hamaca para cuando, aunque no lo crean, haga buen tiempo (todo llega). ¿El precio? Si contamos los gastos de luz, teléfono, internet y TV (aquí hay que pagar por TV sí o sí) asciende a casi 12.000 kr. Pero si el ejemplo de sueldo que he puesto por ahí arriba es similar al mío (que lo es), se puede concluir que es posible vivir aquí. Y todo sin el trabajo de mi MJ, que cada día está más cerca. De hecho, creo que si todo va bien, contaremos algún que otro detalle por aquí en cuanto sepamos algo más, y será el tema de la siguiente entrada. Os muestro unas fotitos de la casa, que hace bastante tiempo que no incluyo ninguna prueba gráfica, para que no creáis que en realidad sigo en Torremolinos y me estoy inventando todo esto preso de un aburrimiento superlativo:

MJ en el portal de nuestro nuevo apartamento
MJ en la entrada del apartamento
Salón
Nuestra preciosa terraza (patio para MJ) para el verano
Finalmente, no quisiera despedirme sin una reflexión: qué difícil es para una persona que venga de un país con el nivel de vida de España-Italia-Grecia poder vivir y pagar alquiler aquí unos meses hasta que encuentre trabajo. Es decir, la inversión es muy muy grande, y nadie te asegura que vaya a dar sus frutos y que vayas a conseguir trabajo. Por suerte, nosotros no tuvimos que desembolsar este dineral de alquiler los dos primeros meses, aunque simplemente el dinero que se ha marchado de vivir el día a día aquí es tremendo, de ahí que me permita la licencia de rescatar un post que escribí allá por septiembre, aún desde España, y que ahora vengo a confirmar con esta entrada (Barreras de entrada: dinero). Lo dicho: que a NADIE se le ocurra plantarse aquí a la desesperada, con lo puesto, a ver si "cae la breva". Porque el hostiazo, y disculpen el tono, va a ser de categoría. Quizás me equivoque, quizás haya casos en los que haya salido bien. Pero uno ya está cansado de ver las dos vertientes en "Españoles por el mundo" y "Callejeros viajeros" variados, donde te venden determinada historia sin contarte los detalles. Ni esto es llegar, topar y comprarse un barco y una cabaña en el bosque a los tres días (de ahí mi aviso a los más aventureros respecto a los ahorros), ni esto es morirse de hambre y frío y dormir bajo un puente porque los Noruegos son poco menos que el demonio (de ahí mi advertencia a los más conservadores y crédulos). Hay que especificar, describir las condiciones tanto de número de personas trasladadas, como de nivel de ahorros, como de nivel de preparación (estudios e idiomas), etc... para saber si esto es fácil, difícil, mejor o peor. Espero que esto último haya quedado claro.


Un abrazo a todos y hasta la próxima.